sábado, 6 de diciembre de 2014

Las ciudades, como las personas,... con alma


...y eso es lo que yo digo, cuando se llega a una ciudad por primera vez, cuando repites, cuando deseas volver,... no son sus asfaltos, no son sus muros, paredes, calles, gentes, es el completo de todo esto y mucho más lo que te atrae y enamora,... es el alma de esa ciudad, que como cada persona que encuentras en la vida te ofrece cosas diferentes, por tener alma propia,... yo así lo creo...



Hay miles de ellas, yo no puedo enumerar todas, ya que la mayoría me sugieren almas diferentes y no por ello menos atractivas unas que otras, pero quizás, hablando de ciudades, puedo nombrar las que ahora mismo me vienen a la mente y al corazón... y lo que me sugirieron y me seguirán sugiriendo...

Comienzo con esa presumida, seductora Granada, envolvente y llena de pasión, que otea con mirada altiva pero da guiños disimulados sabiendo a ciencia cierta, que te enamorará..., lo tiene todo para ello...


Sencilla y guapa por antonomasia, con elegancia natural, se pasea a la vera del río con sus aromas y su poderío, también, como no, para enamorarte con sus aromas y sus artes, aunque mas poco a poco....


Ese Madrid, ...el amigo maduro con mucho vivido, que te acoge, el atrevido, el aunque maduro y sapiente, aún guarda las ganas de vivir y de divertirse, el polifacético, el amigo que aun siendo de ciudad, sigue conservando la humildad de la gente de pueblo...


Aquí tenemos a Edimburgo, ...al principio se muestra un poco seco y arrogante mostrándote con descaro todo lo que posee, que no es poco,... a medida que te va embelesando con todas sus maravillosas posesiones, se va dejando llevar y te invita a la caída de la tarde, entre risas y canciones celtas a un vaso de buen whiskey entre amigos....


Venecia, esa diva, esa mujer ya vivida, que sigue contando con una belleza espectacular, que no deja de sorprenderte con sus atuendos, con sus joyas más valiosas... y la forma tan impresionante de lucirlos, te embruja y al irte de su lado, sientes que deseas volver a verla, que el tiempo a su lado, se hizo demasiado corto...

Lisboa, con su tranquilidad, su melancolía, sin grandes pretensiones, deja que entres en su vida diaria y nocturna y que la descubras por ti mismo, de ese modo, te va empapando de esa melancolía sin motivos, esa dulce melancolía que cuando la canta, la hace con fados....



Colonia, la rebelde, impresionantemente bella, pero informal, tirando a hippye, que sabe de todo un poco, culta y tranquila, cosmopolita y acogedora... una estudiante de arte, su proyecto de carrera fue la gran catedral...

Copenhague, al principio, parece de alma fría como Edimburgo, pero menos altiva, todas sus virtudes las enseña poco a poco, tímida pero acogedora, al llegar a Nyhavn, te atrapa los sentidos y te embarga con sus cuentos de pasados vikingos y te termina seduciendo...


Si..., hay miles y miles más de pequeñas y grandes ciudades  con alma propia, como estas, os recomiendo pensar en lo que os provocaron a vosotros estas u otras, me gustaría las compartierais también conmigo...

Que seáis muy felices amigos...


Miles

2 comentarios:

  1. Muy bonito. No sabemos si las ciudades son las que tienen el alma, o somos nosotros los que se la ponemos al visitarlas. En todo caso, su belleza reside en nuestra experiencia, en nuestro caminar por ellas. Por cierto, has olvidado la entrañable Praga, que quedó grabada en mí para siempre, y quizás no vuelva a visitar para no decepcionar su dulce recuerdo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Cecilia,
      No lo decepcionarás, la magia la pondrás tú, cada vez que vayas....

      Eliminar

Muchas gracias por tu comentario,.......... un placer....

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...